En 36 segundos golpea fuertemente la esencia de la televisión.
Es posible leer la teoría del funcionamiento de la máquina de y anotar en nuestras cabezas las palabras cuadros y líneas de barrido. Pero no es hasta verlo, como lo muestra este video, que podemos comenzar a abandonar la ilusión de unidad de la imágemn y pensar la idea de que realmente la imágen televisiva nunca está acabada. Una imágen que solo existe en el tiempo, y que si además, pensamos en el directo, su relación con el tiempo se complejiza aún más.

A medida que el tiempo fluye en su continuo devenir, la imágen televisiva para desarrollarse a su vez, debe indefectiblemente estar en un continuo proceso de creación; a la vez que transmite en vivo crea su propio devenir audiovisual.